Nuestros ojos son capaces de distinguir miles de colores.
En el caso de la fotografía, son los sensores los que traducen los fotones de la luz en información, lo que define las formas y colores. Sin lugar a dudas, al momento de realizar una foto, es fundamental considerar la luz y los colores de los objetos.
Es por ello que como fotógrafos debemos conocer a la perfección cuáles son los colores primarios, secundarios y terciarios.

Colores primarios
En la teoría clásica, los colores primarios son aquellos que no pueden obtenerse mediante combinaciones, por lo que se los conoce también como colores puros. Estos son el rojo, amarillo y azul. Mezclando estos 3 colores, se obtienen el resto.
Por su parte, hay un segundo grupo considerado como colores primarios, que son aquellos que, combinados, forman el blanco. Hablamos del azul, rojo y verde.

Colores secundarios
Los colores secundarios son todos aquellos que se consiguen combinando en una misma proporción dos primarios (rojo, amarillo y azul).
Por ejemplo, si mezclamos los colores amarillo y azul en la misma proporción, dará como resultado el color verde. Si hacemos lo propio con el amarillo y rojo, el resultado es el naranja. Y por último, en la mezcla rojo-azul, aparece el morado o violeta

Colores terciarios
Por último, los colores terciarios surgen de la mezcla en diferentes proporciones, de un color primario y secundario.
De esta manera, podemos obtener una infinidad de colores y tonalidades, como el azul verdoso, el rojo anaranjado, amarillo verdoso y el rojo violáceo. Al ser tantas las posibilidades, los colores terciarios no se agotan y dependen, en gran medida, de la imaginación del artista.

Al igual que en otras disciplinas artísticas, la combinación de colores en la fotografía genera diversas emociones. Esto está relacionado directamente, con la psicología del color.
Esta se define como la forma en que cada uno de nosotros, percibe los colores y qué es lo que nos pasa al ver una imagen. Por supuesto que esta percepción se basa en la experiencia de cada uno de nosotros, pero también está relacionada por los aspectos culturales y sociales.
Es por eso que, los colores fríos (azul o verde, por ejemplo), transmiten emociones diversas, como paz y equilibrio, o desolación y soledad.
Lo mismo pasa con los cálidos (rojo o naranja), ya que nos pueden provocar alegría y euforia, o inquietud e incertidumbre.

¿Te ha gustado? ¿Quieres ver más información relativa a la Teoría del Color y a su aplicación en la fotografía?
Si quieres estar informado de los nuevos artículos que vaya lanzando similares a este, te recomiendo que te suscribas a mi lista de correo. Además, recibirás el acceso al vídeo "La Guía Definitiva para Dirigir la Mirada".
Un vídeo de casi 1 hora donde te cuento cómo, con herramientas básicas de Lightroom, y aplicándolas de una forma muy sencilla, puedes mejorar tus fotografías notablemente, dirigiendo la mirada del espectador a dónde realmente a ti te interesa.
Muy buenos conceptos.
Muchas gracias, Jacqueline 🙂
excelente explicacion..gracias
Muchas gracias 🙂